¿Sabes lo más gracioso de todo? Llevo varios años escribiendo en blogs. Pero nunca me dedico a leer los de los demás. Al final termino siendo como el cantante que hace música sin oír a grandes artistas que puedan inspirarle a crear. O incluso a no tan grandes artistas, porque al fin y al cabo, las cosas grandes pueden encontrarse en las más pequeñas e insignificantes a los ojos de pretenciosos como yo. A veces te sientas a escribir y piensas en cómo crear un contenido genuino, propio, que lleve tu sello de identidad y que vaya a ser compartido por varias personas. Qué digo varias... ¡Cientos si es posible! Y te tiras una tarde, un día, una semana entera, pensando qué contenido puede ser el adecuado para que ese éxito que consideras como algo bueno en tu vida se pueda convertir en real. Y lo intentas. Una y otra vez. Al principio te cuesta arrancar, pero con posterioridad le coges el truquillo. Algún amigo te comenta, "me reí con tu blog el otro día", o "me encantó la can