A veces te sientas a escribir y piensas en cómo crear un contenido genuino, propio, que lleve tu sello de identidad y que vaya a ser compartido por varias personas. Qué digo varias... ¡Cientos si es posible! Y te tiras una tarde, un día, una semana entera, pensando qué contenido puede ser el adecuado para que ese éxito que consideras como algo bueno en tu vida se pueda convertir en real.
Y lo intentas. Una y otra vez. Al principio te cuesta arrancar, pero con posterioridad le coges el truquillo. Algún amigo te comenta, "me reí con tu blog el otro día", o "me encantó la canción que pusiste". Incluso hay quien se atreve a decirte que sigue todas tus entradas. Pobrecito. Ahora se sentirá obligado a ver tu blog, aunque no le apetezca lo más mínimo, lo hiciera por quedar bien, o sólo le gustasen tres entradas seguidas y del resto no quiere ni oír hablar.
Y entonces ves como el subidón que pegaron tus visitas ya no te produce satisfacción. Te das cuenta de que no te pagan por hacer ese trabajo, en el que hablas sobre el trabajo que otros hacen. Sientes que pierdes tu tiempo, que no te sirve para nada hacer lo que haces. Que mejor será seguir con tu vida, esperando a que te lleve a otras más grandes metas que puedas cruzar con tus super poderes. Porque claro, si no tienes el suficiente éxito en lo que haces no es culpa tuya, seguro que es de los demás, que no saben apreciar tu trabajo. O a lo mejor no es por falta de humildad, sino por falta de ganas. Por creer que eso no es lo tuyo, que no "se te da bien".
Y fracasas. Una y otra vez. Igual que antes veías como las cosas iban bien, ahora ves como las cosas van mal. Y te preguntas el por qué. ¿Por qué no puedo vivir de nuevo aquello que viví, rozar el éxito? ¿Por qué me rendí? El problema no tiene una única respuesta. Para cada persona, los obstáculos del camino son diferentes. Pero hay uno que siempre se repite, con el que chocamos una vez y otra vez, como esa piedra con la que dicen que el hombre tropieza dos veces (y tres y cuatro y las que haga falta).
El problema es que no se disfruta con el haciendo, sino con lo que viene después. Y nunca debe ser así. Si quieres tener éxito en lo que haces, debes amar lo que haces. Te debe gustar mucho experimentar en el laboratorio si quieres encontrar una vacuna contra el SIDA. Si no, no esperes encontrar el éxito, porque nunca vendrá. La piedra del camino cada día se hará más grande.
Es más, después de leer esto, ni siquiera pienses que el camino para llegar al éxito es el de amar lo que haces. Saca al éxito de esa ecuación. Ama lo que haces, y punto. No busques éxito nunca. Si tiene que venir, que venga. Y si no, pues que no venga. Ya te has dado cuenta de que las mieles del éxito pueden ser momentáneas, incluso para los que lo han conseguido todo en esta vida, el éxito no es un constante estado de felicidad. Mejor será que ames lo que haces, cada día, y esa sea tu mayor satisfacción, mayor incluso que el éxito o no éxito que posteriormente te pueda reportar. Puede que hacer lo que te digo no te ayude triunfar en tu vida, pero al menos te ayudará a ser un poquito más feliz. Y eso ya es un gran paso.
¡Muchas gracias por leerme! Espero que te haya servido de algo. ByeZ!
Pasaba por aqui y he vuelto a leer esta entrada y la verdad me parecen muy sinceras tus palabras. He de decir que es de esas entradas que piensas cuanta razón lleva jaja... El éxito está sobrevalorado todo el mundo lo busca pero exige mucho esfuerzo detrás, nadie regala nada. Y la verdad hay que disfrutar con lo que se hace y no con lo que vendrá después. Chapeau! me encanta esta entrada Juan, besos! que el éxito te acompañe jeje...
ResponderEliminarTriton titanium alloy - Tin-Titanium-Arts
ResponderEliminarTriton titanium alloy, titanium ore aluminum - The alloy is titanium exhaust tips produced in Solingen, Germany, titanium bike frame USA, with an alloy containing a titanium guitar chords solid oxide. where is titanium found