Cuando eres adolescente espinilloso, lo sueles ver todo muy bonito (menos a tu acné en el espejo, claro). Tienes toda una vida por delante, millones de cosas que descubrir, personas de las que enamorarte, o sitios a los que viajar. Y por supuesto, muchísimas posibilidades en tu futuro profesional, y no precisamente trabajando demasiado, sino que sueles esperar que algo se te dé bastante bien para poder vivir fácilmente de ello.
Luego creces, y ves que los que consiguen todo ese éxito profesional (sin contar el factor suerte), son tres niños prodigio, que aparte de ser, de fábrica, superiores al resto de los humanos, llevan trabajando desde que nacieron, porque les encanta. El resto de los hombres y mujeres del mundo, tienen que trabajárselo mucho más. Y probablemente no les encante tanto lo que hacen, sino que preferirían trabajar menos horas, y hacer otras cosas. Ves que estás en mitad o terminando tu carrera y el paro juvenil es del 55.7% (y creciendo), por lo que la probabilidad de tener trabajo se convierte en una lotería.
Pues bien. El cantante que os traigo hoy, tiene 19 años. Es de Nottingham, y proviene de una familia de músicos (divorciados), aunque no trabajaban en la música, pues la cosa parece que no fue muy bien. Con 12 años aprende a tocar la guitarra y con 16 compone su propia música. Con 18, su álbum se sitúa en el primer puesto de las listas de ventas de Reino Unido. ¿Suerte? No lo creo. Sí, tiene la voz, pero... ¿cuánta gente conoceréis que cante bonito y lo único a lo que llega es a cantar con sus amigos de fiesta? ¿no podrían llegar a algo más si se lo currasen? Yo creo que sí. Y este se lo ha currado.
Después de esta reflexión, he de decir que, personalmente, me ha gustado el estilo que tiene. Es una especie de Beatle en color. No es el típico jovenzuelo One Direction, al que se lo ponen todo por delante (que no tiene nada de malo, pero les quita mérito, y se lo da a éste), sino que se hace su propia música y es de calidad.
La canción se titula "Dos dedos", y la letra la podéis ver aquí. Trata sobre cómo el chaval intenta salir adelante olvidando su pasado, al que le hace el corte de mangas (que en ciertos países se hace levantando el dedo índice también, por eso lo de los "dos dedos"). Parece que su madre tiene un compañero sentimental algo difícil de llevar, y se pasan el día dedicándose grandes muestras de amor, como podéis ver en el vídeo. Está cansado de la situación, pero ve un rayo de esperanza, y ve que las cosas están cambiando, para terminar diciéndonos que "está bien, lo dejé atrás".
Os dejo otra de sus canciones, para que os vaya entrando en los oídos. Saludos, y no olvidéis que, por muy negro que todo parezca (como le parecía al protagonista de nuestra canción), se puede dejar lo malo atrás y llegar a algo bueno en la vida.
No veas como canta el chavalito , pero tú eres mil veces mejor, aplícate el cuento y curratelo un poco, así llegaras lejos , te lo dice tu fan incondicional.
ResponderEliminarUn beso y muy guay el blog, te visitaré con más frecuencia.
MUA