Hoy toca ponerse serios. Pero para alabar un trabajo ejemplar, digno de algún Grammy me atrevería a decir, y merecedor de perpetuarse hacia el futuro.
Llevaba tiempo queriendo tratar "Take Me To Church", pero no me he animado al pensar que se trataba de una joya que no debía ser compartida, como una especie de diamante encontrado tras cavar día y noche, que debe ser mimado y cuidado, hasta que esté preparado para que el resto de los mortales sean capaces de reconocer su belleza. Creo que le ha llegado la hora.
Para mí, esta canción representa lo que se puede denominar "la perfección". Una historia de Romeo y Julieta, moderna, donde ambos pecadores han de esconder sus sentimientos ante una sociedad que piensa sobre ellos que "nacieron enfermos". Con la finalidad de conseguirlo, el autor se vale de una melodía y una producción que bien podría ser la de una canción religiosa, cuando realmente, viene a tratarse de todo lo contrario.
Es un canto a la desaparición de las reglas preestablecidas, ya sea por religiones u otras organizaciones, cuyos dirigentes (a veces), buscan crear el bien o el mal según les convenga en qué ocasión, para llevar las aguas hacia el puerto que les interesa. Todo ello, conducido por unas excelentes estrofas ("Si los cielos alguna vez hablaron, ella es el último profeta verdadero", o "El único cielo al que seré enviado, será cuando esté contigo a solas"), con un pre-coro acompañado únicamente del piano, que termina en un estribillo majestuoso ("Adoraré como un perro en la capilla de tus mentiras, te contaré mis pecados para que puedas afilar tu cuchillo...").
Hozier termina realizando el sacrificio del "caballo alto" en favor de su amada, caballo que en términos coloquiales viene a referirse a aquellas personas que juzgan a los demás, creyendo ser humanos superiores al resto (Lo que en España viene siendo una especie de "¡bájate del burro!"). Después de ese sacrificio, es el único momento en el que se siente humano y limpio. Todo ello mediante un elegante vídeo en blanco y negro, con una valiente historia de fondo que termina siendo un grito contra la homofobia, en un momento en el que en muchos países, como Rusia, se están cometiendo tantas barbaridades contra este colectivo, llevados por creencias religiosas y nacionalistas, resultando ser un grito muy necesario. Chapeau!
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